La Verdad

La verdad más importante es la que nos decimos a nosotros mismos, es ese espacio en el cual no podemos mentirnos ni un poco, en el cual vemos la realidad sobre lo que somos, así duela, así no la queramos aceptar, pero al fin y al cabo es la única verdad.

Yo tengo muchas verdades que hasta ahora he empezado a ver de nuevo, he decidido sacarlas de su agujero y las he empezado a revisar, con calma, con amor, con paciencia. A veces cuando las voy revisando me doy cuenta de que al aceptarlas ya no pueden hacerme daño, obviamente hay otras verdades que cuestan un poco más, que no son fáciles de aceptar en su totalidad o que traen recuerdos y sensaciones que creía superados.

Hay otras verdades que son del momento, que de nada sirve negarlas, es como algo que sucedió hoy, algo sin razón y sin lógica pero que no puedo decir que no sucedió, sí, ese pequeño detalle me dolió un poco porque me dolió el ego pero al aceptar que fui yo quien tomó la decisión de alejarse, de irse, de no volver y sobre todo de tomar otro rumbo mejor para mi y luego aceptar que lo que me molestaba no eras tú sino la imagen irreal que tengo de ti, vino la calma.

Y así voy, descubriendo cada día algo nuevo, siendo sincera, completamente sincera con lo que siento porque es ahí donde realmente comienza la calma y la paz, voy aceptando que jamás seré perfecta y que los que me rodean tampoco lo serán, cada día voy aprendiendo de mi y de las cosas que me suceden. Cuando la verdad está presente en cada momento todo se vuelve más ligero y ese es un descubrimiento que me ayuda a avanzar.